top of page

CAMPRODON

 

 

Finalista en el I Concurso Litteratura de relato y poesía, 2013

 

 

Ahora que estoy aquí, sumido en la

desnuda lobreguez de un viejo café de

Camprodon, leyendo sin leer y viendo

de soslayo tu figura cristalina,

orilla efímera de una mesa impuesta.

Ahora te quiero aquí. Conmigo. A ti,

la innombrable, la de inagotables nombres.

Te quiero aquí, a ti, conmigo. Soñando

en este pueblo satisfecho de monte;

saciado de aire virgen, del olor honesto

de los pinos. Ahora, sí, en septiembre,

cuando la sedosa ardentía del tiempo

resiste —aun por su estela— en su aliento

postrero; y el frío tan sólo conmina

con caricias humildes heridas por

el propio frío.

 

Luce libre la silla pareja de la mía.

Asiento tuyo. Aguarda en el regazo

un cojín estiloso ­—como tú eres— y una

imagen ficticia que es la tuya. Te veo

a ti; sí, a ti: a la que no posee

nombre; a la que conserva todos.

Nube de mimbre vacía y solitaria.

Espejo de tu aliento, recuerdo de los

romances nuestros. Susurro suave versos

tiernos; a ti, que eres viento. Recitando

libre, sin censura ni guiones. Y

te hablo sin hablarte como te

veo sin verte. Te escucho sin oír tu

voz, dulce como la brisa que tu eres.

Y ríes, y te enojas. A veces, cuando

quieres, también callas. Y besas. Sí, tú,

aún sin presumir de nombre; tú, que los

tienes todos, me besas. En esta noche

cándida de septiembre. Arrellanados

los dos en un café de Camprodon.

Aquí te dejaré cuando me vaya.

Sola y abandonada.

 

bottom of page